Vaya par de elementos

Imagen encontrada en Pixabay Tras levantarse el telón, por todo decorado apareció de fondo el lecho de un río por el que apenas discurría un hilo de agua. El escenario se presentaba vacío y las luces apenas alcanzaban a abrirse paso entre tanta oscuridad. De pronto, de entre las piedras que bordeaban el río en el extremo derecho del decorado empezó a emerger una sombra que, tambaleándose, se detuvo en medio del escenario. Entonces una potente luz la enfocó y, desde sus butacas, todos pudieron descubrir a una mujer que parecía que acababa de salir vestida de un baño de barro. Su pelo enredado, su cara, sus manos e incluso su olor recordaban a la tierra agrietada de algunos campos cuando lleva demasiado tiempo sin llover. Pese a su deplorable aspecto, la mujer no tuvo ningún pudor en tratar de meterse en el bolsillo a quienes la miraban sin acabar de entender de qué iba aquella puesta en escena. - ¡Estoy seca!- soltó a modo de saludo con voz pastosa- ¿Alguien me daría un trago ...