La caja de los valores perdidos

El abuelo Joan era un viejo cascarrabias y tozudo, que siempre explicaba las mismas batallitas a quien tuviese la paciencia de escucharlo, sin tener miedo de hacerse pesado. Era un hombre que siempre presumía de haberse hecho a sí mismo y de no deberle nada a nadie. Orgulloso y algo prepotente, había educado a tres hijos para que acabasen convirtiéndose en personas que se lo mereciesen todo sólo por el hecho de ser quienes eran. Nunca perdió de vista la pobreza en la que se crió él mismo, ni las privaciones que sufrió de niño y de adolescente. Tuvo un padre débil, que trabajó toda su vida para no llegar a tener nunca nada y una madre con mucho carácter y nula empatía para con sus hijos. Joan era el mayor de cinco hermanos y tuvo que madurar muy deprisa, abandonando la escuela a los 12 años para ponerse a trabajar en una fábrica. Su pobre salario era necesario en su casa para contribuir a la manutención de la familia. Pese a su sacrificio, su madre no perdía ocasión d...