¡Esto es un circo!

 

El público parece impaciente por empezar a disfrutar de la función. Algunos han leído las buenas críticas que se han hecho virales en los últimos días en las redes sociales y han animado a otros a unirse a ellos y pasar entre todos un buen rato. El patio de butacas está lleno de gente y se han apagado las luces. Suena una música de fondo que a más de uno le trae recuerdos de muchos sábados por la tarde, cuando se quedaban al cuidado de los abuelos disfrutando de los payasos de la televisión mientras las madres hacían la compra de la semana en el supermercado.

Se levanta el telón y, de pronto, se hace la luz. Sobre el escenario aparece el decorado de una oficina con dos mesas equipadas con ordenadores, dos sillas de despacho en las que están sentadas dos chicas. Sus nombres son Esperanza y Mari Fe. Trabajan como selectoras de personal en una empresa de contratación temporal y, en ese momento, están agobiadas porque no encuentran candidatos para cubrir los puestos que tienen vacantes.

Imagen encontrada en Pixabay

En esas están cuando entra una chica con intención de registrarse para encontrar trabajo.

-    ¿Qué tipo de empleo buscas?

-     Yo soy artista.

-     Vale, pero ¿qué sabes hacer?

-     Soy bailaora de flamenco.

-     De acuerdo, pero a nosotros no nos piden personal los tablaos flamencos.

-    Eso lo dices porque no me has visto bailar- la chica abre una bolsa de deporte que lleva colgada del hombro y empieza a sacar volantes de un vestido de faralaes que no duda en enfundarse sobre la camiseta y las mallas que lleva puestas. Ya con el vestido puesto, se sienta en una de las sillas y procede a quitarse las deportivas y los calcetines para calzarse unos zapatos negros de tacón. Acto seguido, da un salto para levantarse y empieza a zapatear y a tocar las castañuelas.

-     Esto es surrealista- sólo acierta a decir Mari Fe.

-   Ni que lo digas- la secunda Esperanza.- Lo que nos queda por ver en este trabajo nuestro.


Atraído por el taconeo de la chica, entra por la puerta un muchacho con una guitarra y, ni corto ni perezoso, se planta en una de las sillas arrancándole unos acordes a su instrumento para acompañar a la bailaora.

-     ¿Hay una cámara oculta, Mari Fe? ¿De verdad nos está pasando esto?


Entonces entra otra persona y pregunta si atienden ese día o están celebrando una fiesta.


-     ¿Qué fiesta, ni qué fiesta? Estos dos, que se han pensado que esto es Got Talent.

-     Ostras, pues tenéis que reconocer que tienen duende. ¿Puedo acompañarlos?

-     ¿Haciendo qué?

-     Yo sé cantar.

-     Pero, a ver, esto es una oficina y mi compañera y yo estamos trabajando. Como broma, pase, pero ya vale, ¿no?- intentó parar aquel sarao Esperanza.

-     ¡Qué saboría eres, niña!- la increpó la bailaora, pero lejos de parar, parecía animarse aún más.


La persona que sabía cantar se envalentonó por bulerías y la situación empezó a desmadrarse por momentos.

El jaleo era tal que apenas oían el timbre del teléfono cuando sonaba. Alguien abrió la puerta desde fuera y entraron dos enanos y dos payasos.

-    ¿Vosotros también buscáis trabajo? - les preguntó Mari Fe.

-    Sí, el circo en el que trabajábamos acaba de cerrar y nos hemos quedado en paro.

-    Y, a parte de trabajar en un circo, ¿dónde habéis trabajado antes?

-    En ningún sitio. Llevamos toda la vida haciendo lo mismo.

-    Pues quizá os tendréis que reciclar.


Mientras la selectora les registraba sus datos en el ordenador, los enanos empezaron a bailar con los artistas y los payasos se entretenían simulando que se pegaban guantazos el uno al otro, al tiempo que soplaban sendos matasuegras.

-   Mari Fe, no sé tú, pero yo así no puedo trabajar. Esto parece ya el camarote de los hermanos Marx

-     Yo tampoco, Esperanza. ¡Esto es un circo! y a ti y a mí se nos ha quedado la mismita cara de un par de mimos en medio de la Rambla ante los que todo el mundo pasa de largo.

-     ¿Y si nos vamos?

-      Vámonos, pues. Nuestro trabajo no está pagado.


Entonces sonó el teléfono y aún se quedaron más sorprendidas. Un circo que acababa de llegar a la ciudad necesitaba urgentemente encontrar una bailaora, un guitarrista, un cantante, un par de enanos y un par de payasos porque parte de su equipo había sufrido una intoxicación alimentaria y estaban de baja.

-   Atención, por favor, escuchadnos un momento. Nos habéis convencido, estáis todos contratados.

-     Ya te decía yo que sólo tenías que verme bailar. Es que tengo un arte que quita el sentío.

-     Y yo- Gritaron el resto al unísono.


-    Al final, Mari Fe, vamos a tener suerte y nuestros superiores nos van a felicitar por cubrir tan rápido un pedido tan insólito.

-    Ya te lo digo yo que hay que tener fe, Esperanza.




Estrella Pisa

Microteatro para el reto que nos propone Merche Soriano para el mes de mayo en su blog Literature and fantasy.



Comentarios

  1. Hola Estrella, te ha quedado redondo, tan redondo como todos la simbología que encierra, los nombres de los personajes principales, la idea final del microteatro, que todos encuentren un nuevo circo e, incluso, que se monte el circo en la oficina, todo perfecto para el montaje que has creado. Muy bien resuelto, escrito, escenificado y finalizado. Hemos asistido a una obra de teatro circense totalmente. Me ha gustado mucho. Te felicito por él.
    Muchas gracias por sumarte al reto.
    Un abrazo. :)

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    1. Muchas gracias, Merche.
      Me alegra que te haya gustado.
      Un abrazo enorme.

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  2. Hola Estrella.
    ¡Esto sí que es un circo! Y además con mucha suerte, porque ¡encontrarles trabajo a todos de un saque! Es mucha, pero que mucha suerte.
    Divertido relato para el reto de este mes, que cumple perfectamente con la premisa. ¡Felicitaciones!
    Un saludo
    Marlen

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    1. Muchas gracias, Marlen.
      Me alegra que te haya divertido. Su finalidad no era otra que ésa.
      Un abrazo enorme.

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  3. Delirante, Estrella.
    Lo que te habrás reído pensando en tu trabajo y en esta situación tan esperpéntica y que al final todo se solucione y encaje a la perfección.
    Un enorme abrazo :-)

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    1. Muchas gracias por leerlo y comentarlo, Miguel.
      Aunque pueda parecer esperpéntico, puedo asegurarte que la escena de la bailaora sacando un traje de faralaes de una bolsa de deporte la viví en la segunda empresa de trabajo temporal en la que trabajé. Sólo le faltó ponerse a bailar en la oficina.
      La realidad siempre supera la ficción.
      Un abrazo enorme.

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  4. Dado el comportamiento inicial de las dos sufridas trabajadoras, si una se hubiera llamado Angustias y la otra Dolores también hubiera colado.;)

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    1. Toda la razón, Cabrónidas.
      Muchas gracias por leerlo y comentarlo.
      Un fuerte abrazo.

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  5. Espléndido relato, Estrella. Estoy admirado de tu originalidad y acierto al elegir así la introducción de los personajes. Me has trasladado al escenario como si fuera un espectador más.
    Sensacional. Felicidades.

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    1. Muchas gracias, Marcos.
      Me alegra que te haya gustado.
      Un fuerte abrazo.

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  6. Jajajaja, que bueno Estrella, todo un escenario flamenco que encontró trabajo. Mari Fe se llevará un premio por el logro. Muy original. Un abrazo

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    1. Muchas gracias, Nuria.
      Me alegra que te haya gustado.
      Un fuerte abrazo.

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  7. las empresa de empleo son muy formales y su espectro cubre lo oficinal.... je je con toda esta troupe de gente que llego casi se vuelven locas las selectoras de personal, que son algo cuadriculadas. me ha encantado el humor del relato.

    abrazo

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    1. Muchas gracias por leerlo y comentarlo, José.
      Me alegra que te haya gustado.
      Un fuerte abrazo.

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  8. Me gusta mucho el entusiasmo que transmite tu microteatro. A veces, todas las cosas se colocan donde deben de ir y el resultado nos deja pensando si tenemos un ángel de la guarda. Eso mismo sucedió a todos tus personajes que buscaban trabajo. Enhorabuena por tu aporte, saludos.

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    1. Muchas gracias, Ana.
      Me alegra que te haya gustado. Lo que apuntas es muy cierto, pues he tenido ocasión de comprobarlo muchas veces.
      Un abrazo enorme.

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  9. Qué bueno! todo un relato. Enhorabuena por tu creación. Al final creo que los enanos, como el dicho, crecen y todos se van al paro. Eso sí...por bulerías. Gracias por este relato. Besos Santidepaul.

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    1. Muchas gracias por leerlo y comentarlo, Santiago.
      Me alegra que te haya gustado.
      Un fuerte abrazo.

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