Si te mata, no es amor.

 

La escena recrea una antigua estación de tren en la que una pareja se está despidiendo. En un almanaque colgado en una de las paredes, se muestran las 30 casillas del mes de septiembre de 1978 en todo su esplendor.

Imagen encontrada en Pixabay


Personajes:

Redouan- un chico marroquí de 22 años que lleva dos años viviendo en Girona, a donde llegó solo, atravesando el estrecho de Gibraltar, buscando una vida mejor.

Julia- una chica catalana de 18 años, que se ha enamorado perdidamente de Redouan y a la que su familia ha decidido enviar a estudiar a París.

Madre de Julia: Hace lo imposible para separar a su hija de Redouan, por considerarle una pareja muy poco acertada.


Redouan: Me iría contigo, pero sabes que no me puedo mover de aquí. Tu padre y tu hermano fueron muy claros: Si no te dejo partir, me denunciarán por cualquier falso delito y no pararán hasta que me expulsen del país.

Julia: No serán capaces. Dicen que por la boca muere el pez y que perro ladrador poco mordedor.

Redouan: No sé qué quieres decir con eso...

Julia: Pues que amenazar es muy fácil, pero todo se quedará en palabras.

Redouan: Yo no estaría tan seguro como tú.

Julia: ¿Sabes qué creo? Pues que no me quieres tanto como yo a ti.

Redouan: Eso no es verdad. Daría lo poco que tengo por ti, pero me ha costado mucho llegar a España y encontrar un trabajo decente aquí. No puedo jugármelo todo y arriesgarme a que me deporten, porque le estaría fallando a mi familia, que dependen de mí para subsistir.

Julia: Claro, claro. Tu familia siempre pesará mucho más para ti que yo. Esa familia que no se corta un pelo en recriminarte que te hayas enamorado de una cristiana.

Redouan: Tienes que entenderles. Ellos no han visto más mundo que el pueblo del que partí.

Julia: Lo entiendo, pero no es justo. Por pensar en los demás antes que en nosotros nos tenemos que separar. A ti te prohíben que estés conmigo y a mí me castigan enviándome a estudiar a la Sorbona.

Redouan: Pero eso será bueno para ti. Esa universidad es de las mejores.

Julia: Preferiría mil veces quedarme aquí contigo y coger el tren todos los días para estudiar en Barcelona.

Redouan: Pero tus padres no lo aprobarían.


Por megafonía están anunciando su tren. Sus padres y hermano se acercan a Julia para darle un último beso y Redouan se retira a un lado, respetando su intimidad.


Julia: Nunca os perdonaré el daño que me estáis haciendo.- les espeta a los tres, con lágrimas en los ojos.

Madre de Julia: Ahora no lo puedes entender, pero algún día nos lo agradecerás. Escríbenos cuando llegues.- Se enganchó del brazo de su marido y, acompañados por su hijo mayor, se dispusieron a abandonar la estación, dejándoles vía libre a los enamorados.

Redouan: No llores, Julia, que me partes el corazón.

Julia: Aún estamos a tiempo, fuguémonos juntos a donde nadie nos pueda encontrar.

Redouan: No sabes lo que dices. No tardarían en dar con nosotros y las consecuencias serían aún peores para los dos.

Julia: ¿Peor que perderte?

Redouan: Sí, Julia, mucho peor.

Julia: A ti lo que te pasa es que eres un cobarde de tres al cuarto.

Redouan: No, Julia. Me estoy sacrificando para no perjudicarte. Una chica de tu posición merece un futuro mucho mejor que el que alguien como yo pueda ofrecerle.

Julia: Mira, Redouan, ya lo hemos hablado demasiadas veces y parece que no te entra en la mollera. La posición privilegiada la tienen mis padres. Yo, si les desobedezco, me convierto en una muerta de hambre como tú. Pero estoy dispuesta a quedarme sin nada por ti. Daría la vida por ti, porque te quiero, porque me importa un bledo que le reces a otro dios distinto y que tus costumbres sean otras. He decidido apostar por ti. Pero tú, en cambio, te has resignado a perderme para siempre.

Redouan: Me duele un mundo oírte hablar así.

Julia: Más me duele a mí la manera cómo estoy abriendo los ojos contigo.

Redouan: ¿Qué quieres decir?

Julia: Pues que quizá mi hermano tenía razón cuando me decía que, a tu lado, sería una desgraciada toda la vida.

Redouan: Tu hermano no sabe lo que dice. Te tendría como a una reina.

Julia: Ya lo veo. Por el momento, me dejas marchar y te quedas igual. Y pensar que, cuando venía hacia aquí había planeado que, si las cosas se ponían mal y no conseguía que te viniesen conmigo a París, me tiraría a la vía del tren en cuanto este se dispusiera a partir...

Redouan: ¿Cómo dices esas barbaridades? Alá te castigará por osar siquiera pensarlas.

Julia- No, Redouan. A quien tiene castigado es a ti, por tu cobardía.


El tren ya aparece en escena y Julia se dispone a cargar sus dos maletas. Decidida a aceptar un destino que ella no ha escogido, empieza a sentir que no hay mal que por bien no venga y en sus ojos se adivina un destello de esperanza en los días que vendrán a partir de ese momento.


Redouan: Julia, por favor, no te vayas enfadada.

Julia: No estoy enfadada, sólo desenamorada. Acabo de darme cuenta de que, si llegamos al límite de despreciar nuestra propia vida por otra persona, lo que sentimos no es precisamente amor, sino una obsesión enfermiza. Espero curarme en París y, cuando vuelva, si aún estás por aquí, no me busques. Si me encuentras por casualidad, no te me acerques. Tenías razón en lo que has dicho antes: Merezco estar con alguien mucho mejor que tú.


El tren se pone en marcha y Julia parte con él. Cuando el último de sus vagones abandona la zona donde se pierde la andana, los pasajeros que esperaban el próximo tren descubrieron con espanto el cadáver destrozado de Redouan en medio de la vía.



Estrella Pisa.

Microteatro inspirado en Romeo y Julierta para el reto del mes de febrero que nos propone Merche Soriano en su blog Literature and fantasy. 




Comentarios

  1. Hola, Estrella, ¡¡¡ostras, qué final!!! No lo esperaba para nada, pensaba que él se subiría al tren al final, jolines, pero bueno, esta vez la chica sobrevive. Está muy bien Estrella, muy conseguida la recreación de Romeo y Julieta, adaptada totalmente al siglo XXI y con los problemas que seguro se encontrarían los protagonistas de Shakespeare si vivieran en esta época. Estupenda participación.
    Muchas gracias.
    Un abrazo. :)

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    1. Muchas gracias, Merche.
      Me alegra que te haya gustado.
      En un principio, no pensaba darle ese final, pero me dejé llevar por el personaje y al final me convenció de que la historia debía ir por esos derroteros.
      Un abrazo muy fuerte.

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  2. Tremendo texto, Estrella. Reconozco que me vi venir el final pero me ha encantado la fortaleza de la protagonista. Un abrazo

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    1. Muchas gracias, Matilde.
      Creo que lo viste venir antes que yo, pues no tenía pensado que muriese ninguno de los dos, pero el personaje tiró de mí, como acaban haciendo siempre mis personajes, y tuvo el final que tuvo.
      Un abrazo bien fuerte.

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  3. Uff Estrella, muy buen aporte. Hay mucho dramatismo, muchos sentimientos y ese final... creo que tu microteatro tiene un mensaje que vale la pena reflexionar. Saludos.

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    1. Muchas gracias, Ana.
      Me alegra que te haya gustado. Es lo que tienen estas historias de amores imposibles, que se sufre mucho y acaban dando mucho qué pensar.
      Un muy fuerte abrazo.

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  4. Hola Estrella,uy buena historia. Me recordó a Anna Karenina que se suicida en la estación. Te aplaudo. Un abrazo

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    1. Muchas gracias, Nuria.
      Me alegra que te haya gustado.
      Un muy fuerte abrazo.

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  5. Uauuhh. Un gran drama. Yo, en mi fuero interno quería que acabase bien, los dos en el tren besándose pero no... Ese final me ha impresionado.
    Aplausos y abrazo.

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    1. Muchas gracias por leerlo y comentarlo, Amaia.
      Un fuerte abrazo.

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  6. Hola, bueno el amor dice que todo lo puede, pero en esta ocasion había demasiado egoísmo.
    Una manera de amar tan bien es ver la realidad y aceptar que no es por falta de amor, sino las circunstancias las que obligan a dejar marchar a una persona. Me gusto tu enfoque.
    Un saludo.

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    1. Muchas gracias por leerlo y comentarlo, Campirela.
      Dejar ir al otro, como bien dices, también es una forma de amar. Sobre todo cuando reconoces que no vas a poder darle todo lo que crees que se merece esa persona.
      Un fuerte abrazo.

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  7. Hola Estrella.
    ¡¡Terrible final para una tragedia shakesperiana!!
    La frase que resume todo, la dice Julia: "si llegamos al límite de despreciar nuestra propia vida por otra persona, lo que sentimos no es precisamente amor, sino una obsesión enfermiza." Y da para todo un debate. ¡Muy buen aporte!
    Un saludo.
    Marlen

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    1. Muchas gracias por leerlo y comentarlo, Marlen.
      Un fuerte abrazo.

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  8. Qué final más tremendo, Estrella.
    Iba intuyendo algo similar, pero no quería que fuera así. Es un relato demoledor en el que desvelas las dudas y las certezas de dos personajes sumidos en un amor juvenil profundo e intercultural. Enhorabuena.
    Un enorme abrazo :-)

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    1. Muchas gracias, Miguel.
      Parecía que la que más sacrificaba era Julia, pero en realidad, Reduan estaba haciendo de tripas corazón para que ella no comprometiese su futuro quedándose con él. Fue él quien murió de amor, o tal vez de obsesión, ¿quién sabe?
      Un fuerte abrazo.

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