Sueños amarillos

 


Gustavo siempre vestía de azul. Tenía varios trajes, pero todos en diferentes tonalidades de ese color. Sus camisas también eran azules, como su ropa interior e incluso sus zapatos. Su puesto de responsable de recursos humanos le obligaba a mantenerse siempre alerta ante cualquier posible adversidad que pudiese hacer tambalear todo su trabajo. Desde niño siempre se había exigido muchísimo a sí mismo. Se marcaba unas pautas y se obligaba a cumplirlas. Aspiraba a la perfección en todo lo que emprendía y, cuando no alcanzaba sus objetivos, por muchos elogios que recibiese a su alrededor, se indignaba.

Cuando se abandonaba al sueño cada noche su cerebro le esperaba como agua de mayo para vengarse de él por no dignarse a darle ni un respiro de aire fresco durante todo el día. Entonces se sucedían antes sus ojos cerrados multitud de imágenes bajo una potente luz amarilla: campos de girasoles, puestas de sol idílicas, palmeras cargadas de plátanos, cientos de canarios revoloteando y piando libres a su alrededor, montones de limones escapándose de las cajas de un mercado al aire libre, sugerentes manzanas enormes ante su boca pidiéndole "atrévete a comerme" y unas misteriosas mariposas danzando al unísono para acaparar su atención. Al despertar lo recordaba todo, incluso la sensación de libertad que había experimentado ante todos aquellos estímulos amarillos pero, determinado a no dejar de ser quien se obligaba a ser todos los días, volvía a escoger uno de sus trajes azules y acababa huyendo en busca de su mundo azul.



Estrella Pisa

Microrrelato para el reto que nos propone Merche Soriano en El tintero de Oro para el mes de enero.




Comentarios

  1. Hola Estrella, jo, el texto tienes una connotaciones significativas que según lo leas así lo puedes interpretar y "llevártelo a tu terreno", el azul simboliza la rutina, la zona de confort y el amarillo nuevas inquietudes, otra vida... Gustavo no salía de su zona de confort, quizá no estaba preparado. Muy buen texto, Estrella.
    Gracias por participar.
    Un abrazo. :)

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    1. Muchas gracias, Merche.
      Ambos colores son complementarios, igual que lo son el rojo y el verde. Creo que nadie puede ser de un solo color al cien por cien, pues su vida sería un verdadero infierno. Necesitamos poder desconectarnos y sentirnos otros, aunque sólo sea en sueños.
      Un muy fuerte abrazo.

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  2. Lindo y muy bien escrito. El subconsciente como realidad complementaria. Gracias y un saludo.

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    1. Muchas gracias, Fernando.
      Las vías de escape siempre son muy necesarias para poder salvaguardar el equilibrio que nos permite seguir hacia adelante sin venirnos abajo.
      Un fuerte abrazo.

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  3. Hola Estrella, quizás para el protagonista era más cómodo seguir con su rutina a pesar de no olvidar su sueño y todos los detalles de ese amarillo que se despertaba en su sueño refrescante y placentero, pero que temía afrontar por si se equivocaba. A veces nos acomodamos y eso es lo peor.
    Buen relato. Un abrazo

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    1. Hola Núria,
      Es tal como lo describes. Abandonar la zona de confort siempre entraña riesgos que no siempre estamos dispuestos a asumir. Por eso tendemos a conformarnos con los sueños o con desdoblarnos en los personajes que creamos en una realidad paralela.
      Un fuerte abrazo.

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  4. Hola Estrella, tu relato nos muestra que es malo no tener un equilibrio. Me gusta cómo lo has logrado usando los colores amarillo y azul. Muy buena aportación para el reto de El Tintero. Saludos.

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    1. Muy cierto lo que apuntas, Ana.
      Muchas gracias por leerlo y comentarlo.
      Un fuerte abrazo.

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  5. ¡Cuántos hay que no pueden renunciar a la máscara y el uniforme, y lo que podrían ser queda enterrado en los sueños! Pobre Gustavo! Muy bien relatado. Un abrazo

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    1. Hola Juana,
      Muchas gracias por leerlo y comentarlo.
      Dicen que el hábito no hace al monje y, por más que se vista siempre de azul, en el fondo Gustavo sabe que tiene el alma amarilla y que, el día menos pensado, acabará aflorando por todos sus poros.
      Un fuerte abrazo.

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    2. Muchas gracias, Juana.
      Un fuerte abrazo.

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  6. Algún día descubrirá que el mar y el cielo son azules. Quizá entonces decida vestirse de amarillo.
    Me ha gustado mucho tu micro, Estrella.
    Un abrazo.

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    1. Hola Chema,
      Seguro que sí. Lo que más cuesta siempre es el primer paso, después todo se precipita con total naturalidad.
      Un fuerte abrazo y muchas gracias por leerlo y comentarlo.

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  7. Algunas veces los sueños son el reflejo de lo que nos negamos cuando estamos despiertos o de nuestros deseos no cumplidos! Un abrazote!

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    1. Totalmente, Marifelita.
      A veces, en nuestro empeño por hacer bien nuestro trabajo y por encajar bien en nuestros equipos somos capaces de llegar a exigirnos mucho más a nosotros mismos de lo que, en realidad, nos exigen nuestros superiores. Pero cuesta darse cuenta.
      Un fuerte abrazo.

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  8. Bueno, ¿y para qué cambiar un equipo ganador? Gustavo es el entrenador personal de su propia vida.

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    1. Hola Cabrónidas,
      Me ha encantado eso que dices: que Gustavo es el entrenador personal de su propia vida. Desde luego que lo es, pero en cuanto se abandona en los brazos de Morfeo se da permiso para desmelenarse.
      Un fuerte abrazo y muchas gracias por leerlo y por comentarlo.

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  9. Como dice Merche, un micro abierto a diferentes interpretaciones, muy metafórico y lleno de simbolismo. Estupendo, Estrella.

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    1. Muchas gracias, Marta.
      Me alegra que te haya gustado. Todos nos comportamos de forma distinta cuando estamos en distintos contextos, pero algunos lo hacemos de forma más rígida y otros de forma más flexible. Gustavo no se permite desviarse ni un milímetro de su hoja de ruta, pero luego su subconsciente hace con él lo que le viene en gana cuando le descubre dormido.
      Un fuerte abrazo.

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  10. Imagino que el amarillo no es el color ideal para un traje en un trabajo serio y exigente. Se ve que tu personaje se permitía en los sueños todas las locuras que su vida diaria le reprimía. Un relato magnífico.
    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, Rosa.
      Sin duda, es tal como lo explicas. Pero, por muy serio y exigente que sea un trabajo, creo que no pasaría nada porque un día se presentase en su oficina vestido con un pantalón o un jersey o una camisa amarillos. El primer día quizá le mirarían todos, pero las veces siguientes ya se habituarían. Pero él prefiere no tentar a la suerte. Quizá porque tenga más prejuicios hacia sí mismo que los teme que le dediquen los demás.
      Un fuerte abrazo.

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  11. La realidad manda y mantener una imagen de "marca personal" acorde con el puesto es prioritario. Claro que en sus sueños su mente se desahogaba con fantasías que solo allí podía permitirse.
    Me ha encantado.
    Saludos.

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    1. Muchas gracias, Marcos.
      Por leerlo y por comentarlo.
      La realidad manda, pero afortunadamente, también evoluciona. Hace unos pocos años, a nadie se le habría ocurrido ponerse un traje con unas deportivas y ahora lo hace todo el mundo, tanto en las oficinas, como en establecimientos comerciales o en la televisión. Y hemos aprendido a verlo como algo de lo más natural. No te extrañe que, el día menos pensado, Gustavo se presente en la oficina con un traje amarillo y unas deportivas. Y, ¿sabes lo más sorprendente? Pues que quizá el único que se sienta "raro" sea él mismo, porque los demás, apuesto a que van del color que les viene en gana.
      Un fuerte abrazo.

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  12. Su via de escape a tanto azul y responsabilidades eran sus sueños.
    Saludos.
    PATRICIA F.

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    1. Hola Patricia.
      Sin duda. Todos necesitamos contrarrestar tanta presión, aunque nos la provoquemos nosotros mismos.
      Un fuerte abrazo.

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  13. Hola Estrella. El contraste entre el mundo azul de obligaciones impuestas y sensaciones enclaustradas, con la libertad del amarillo que solo está en sus sueños. Creo que mucha gente podría verse reflejada en tu relato en esta sociedad nuestra. Un abrazo.

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    1. Exacto, Jorge.
      Pero muchas veces nos machacamos demasiado temiendo las opiniones de los demás y no nos damos cuenta de que el principal problema lo tenemos con nosotros mismos. Vestir de un color o de otro no tiene nada que ver con la calidad de nuestro trabajo. Hay personas que visten de forma impecable con colores serios y luego son perfectas ineptas en su desempeño profesional, mientras que otras personas pueden lucir un aspecto de lo más desenfadado y alegre y después resultar verdaderas eminencias en lo que hacen.
      Un fuerte abrazo.

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  14. Hola Estrella, un excelente relato, lastima que no pudiera combinar los dos colores y quiza hasta hubiera salido un verde.Un abrazo.

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    1. Hola Ainhoa.
      Muchas gracias por leerlo y comentarlo.
      Me ha encantado lo de mezclar el azul y el amarillo para conseguir un verde. Sería fantástico.
      Un fuerte abrazo.

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  15. Buena combinación del amarillo y el azul que buscan equilibrio. Buen relato! Un abrazo
    lady_p

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  16. ¡Hola Estrella! Genial aportación. Muchas veces es difícil salir de esa rutina en la que tu personaje está anclado.

    Un saludo.

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    1. Hola Rocío.
      Muchas gracias por leerlo y por comentarlo.
      Sí que es difícil salir de esa rutina, sobre todo cuando llevas anclado en ella desde hace tanto tiempo. Pero todo puede cambiar.
      Un fuerte abrazo.

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  17. Hola, Estrella. Un relato precioso que se debate entre el azul y el amarillo con lo que ambos significan. Me ha encantado tu forma de narrar, sencilla, directa y mucho más el significado que de fondo: la vida sometida a obligaciones frente a la sensación de libertad en la naturaleza. Qué bonito sería un equilibrio entre las dos.
    Un abrazo!

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    1. Hola María Pilar.
      Muchas gracias por leerlo y comentarlo.
      Desde luego que sería bonito alcanzar ese equilibrio del que hablas, pero creo que la principal dificultad nos la creamos nosotros mismos, al exigirnos tanto, al no permitirnos ni la más mínima equivocación y al pensar que los demás nos van a juzgar por cosas que, en realidad, quizá les pasarían desapercibidas. Porque no somos el centro del mundo y los demás tienen preocupaciones más importantes que estar pendientes del color de la ropa que elegimos cada día para ir a trabajar.
      Un fuerte abrazo.

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  18. Pues no esta mal como medida compensatoria. Gustavo es mas listo (al menos su cerebro) de lo que cree. azul de dia y amarillo de noche; todo eso que se ahora de ansioliticos.
    Simbolico y bonito. Preciosa la foto
    ABRAZOOO

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    1. Desde luego que sí, Gabiliante.
      ¿Cuántas veces no habremos visto personajes en el cine que se han desdoblado así? Empezando por Supermán y pasando por tantos otros de vida diaria aparentemente gris que pasaba a ser de lo más colorida en cuanto llegaba la noche.
      Es una forma perfecta de autorregularse. Y, como bien apuntas, sin necesidad de caer en los ansiolíticos.
      Un fuerte abrazo.

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  19. Hola, Estrella, un micro que claramente deja ver que el protagonista nunca se daba permiso para disfrutar de la vida al aire fresco en la naturaleza y solo se sometía al trabajo exigiéndose más de lo necesario. Al menos en las noches dejaba por completo sus obligaciones laborales, esos sueños tan placenteros compensaban un poco y de seguro esto le permitía recuperar fuerzas y descansar bien, malo hubiera sido que también en sueños estuviera de azul y trabajando, ja, ja.
    Un micro reflexivo y hasta jocoso. Un abrazo.

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    1. Hola Harolina.
      Realmente es tal como lo expones.
      Nadie puede ser del todo serio ni del todo alegre todo el tiempo. Todos necesitamos airearnos, desconectarnos y relajarnos, aunque sea en sueños.
      Muchas gracias por leerlo y por comentarlo.
      Un fuerte abrazo.

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  20. Esos sueños, qué puñeteros que son, pero es en ellos donde somos realmente libres, y por qué no dejarse llevar por ellos.
    Me encantan estas historias, son metáforas muy vívidas que te dejan el coco lleno de preguntas sin respuesta, o por lo menos, de respuesta no fácil.
    Un fuerte abrazo!

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    1. Muchas gracias por leerlo y comentarlo, Pepe.
      Me alegra que te haya gustado.
      A mí me encantan las historias que me hacen pensar y cuestionármelo todo. Creo que son muy necesarias para ayudarnos a alejarnos de la zona de confort y empezar a crecer por dentro.
      Un fuerte abrazo.

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  21. Estar sujeto a un uniforme te lleva a añorar otras cosas y son los sueños como el sucede a tu protagonista los que le llevan a descubrir otros colores, pero al final tiene que volver a su rutina .
    Interesante micro . Un abrazo Estrella
    Puri

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    1. Muy cierto lo que apuntas.
      Muchas gracias por leerlo y comentarlo.
      Un fuerte abrazo.

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