Borrando la alegría

 

Imagen de Pixabay

María acudió a la cita contenta y muy ilusionada. Se vistió con un top ajustado y una minifalda que la hacían sentir irresistible. Alberto, al verla, sonrió satisfecho al saberse correspondido por tremenda mujer, pero cuando la dejó horas más tarde frente a la puerta de su casa le pidió que, para la próxima cita, no se pintase tanto y eligiese un vestuario algo más recatado. Ella se sintió avergonzada y muy sorprendida. Hasta ese día nadie le había cuestionado su aspecto físico.

Procuró evitar los escotes y empezó a ir siempre con vaqueros y deportivas. Pero él, lejos de estar contento con el cambio que ella había experimentado, empezó a atacarla de nuevo:

-   No me gustan tus amigos moscones ni tus amigas salidas. Tampoco me gusta que leas tanto ni soporto que lleves la iniciativa cuando follamos. Aquí el macho alfa soy yo. Yo decido cuándo, cómo y dónde. ¿Te queda claro?

Triste y desconcertada, María no entendía cómo Alberto podía decirle aquello, pero le quería. Hasta que llegaron los primeros golpes. Su madre no podía creer que su única hija fuese tan torpe como para caerse por las escaleras dos veces en la misma semana. Y no dudó en denunciarle y María vio cómo se lo llevaban detenido ante el portal de su casa. Su madre, abrazándola, te dijo:

-    Sé que ahora duele, pero pasará y un día me lo agradecerás. La alegría de mi casa no se va a apagar por un desgraciado como ese.



Estrella Pisa


Microrrelato con el que participo en el reto La paleta de las emociones, del blog El Tintero de oro.




Emociones que aparecen en el relato:

Alegría: La experimenta María cuando acude a la primera cita con Alberto. Es un chico que le gusta desde hace un tiempo y le hace mucha ilusión lo que pueda surgir entre ellos. Tiene muchas expectativas ante ese primer encuentro a solas.

Orgullo: El que siente Alberto al ver aparecer a María. Que ese pedazo de mujer se haya fijado en él sólo puede significar que él es un tío muy bien dotado en todos los sentidos y que se la merece. Para él las mujeres son como un trofeo del que presumir.

Vergüenza: La que le provoca a María la primera petición de Alberto. Teme haberle parecido una fresca y no sabe dónde meterse.

Sorpresa: La que invade a María ante la petición de Alberto. No esperaba un final de primera cita como ese. Pensaba que se lo habían pasado muy bien y que él estaba tan encantado como ella. Pero que ahora le cuestione su aspecto la desconcierta un poco.

Miedo: El que mueve a María a dejar de vestirse como le gusta hacerlo, por no molestar a Alberto. No quiere dejar de salir con él y teme contrariarle.

Inseguridad: La que empieza a sentir María a la hora de vestirse, a la hora de sacar un tema o a la hora de moverse por los escenarios que comparte con Alberto.

Envidia/ celos: Los que empieza a mostrar Alberto por las amistades de María y por las actividades que ella hace cuando no están juntos. La quiere para él en exclusiva. ¿Acaso teme que sus amigos vean lo que ella no parece querer ver y la aparten de su lado?

Dominación: La que demuestra Alberto ante la iniciativa de María cuando mantienen relaciones sexuales. No soporta que ella exprese abiertamente su deseo y prefiere someterla a su voluntad. Es su modo de anularla como mujer y como persona.

Tristeza: La que siente María ante los ataques de Alberto. No entiende cómo alguien a quien quiere tanto le puede estar causando tanto daño y, encima, pretender llevar él la razón.

Desconcierto: María nunca creyó que el amor fuese así de cambiante y que anduviese tan de la mano del dolor. Para querer a alguien, ¿había que dejarse de lado a uno mismo hasta el punto de convertirse en otra persona? ¿Cómo puede asegurarle que la quiere, si luego no la acepta como realmente es?

Ira: La que mueve a Alberto a golpear a María, quizá en un intento desesperado de moldearla un poco más a su antojo.

Resignación: Pese a todo, María le quiere y se resiste a dejarle. Y parece dispuesta incluso a perdonar los golpes y a mentir a su madre sobre las secuelas que dejan en su cuerpo y en su rostro.

Enojo: El que mueve a la madre de María a denunciar a Alberto y a acabar así con el mal sueño de su hija.

Alivio: El que siente María al saberse lejos de su maltratador.

Comentarios

  1. Hola Estrella, genial micro con explicación de las emociones en cada línea, has usado muchas sin duda. Por suerte, su madre sí reconoció al maltratador y todo acabó relativamente bien. Buen micro. Un abrazo. :)

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    1. Muchas gracias, Merche. No me resulta fácil condensar en 250 palabras una historia que resulte coherente. Me alegro de que mi intento te haya gustado.
      Un muy fuerte abrazo.

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  2. Has elegido una de las emociones más tristes pero a la vez frecuente todavía. Menos mal que la madre de María tiene sentido común y comienzan a solucionarse los problemas. Podrá volver a recuperar su sonrisa.
    Un enorme abrazo .-)

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    1. Muchas gracias por leerlo, Miguel.
      Contar una historia en 250 palabras siempre se me hace muy difícil, porque tiendo a extenderme en detalles que luego tengo que acabar recortando. Lamentablemente, pese a las décadas que llevamos en este país de educación mixta y lo mucho que se incide en la detección de los micromachismos y en la importancia de promover la autoestima, sigue habiendo demasiadas Marías que sufren a diario situaciones como las que describo en el relato.
      Un fuerte abrazo.

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  3. Tan real como la vida misma. Muy buena descripción del proceso de una relación con un maltratador. En el fondo Alberto es un ser inseguro y para sentirse superior necesita ejercer el control. Esta gente no cambia. O se les para los pies, o terminas en un ataúd. Enhorabuena, saludos.

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    1. Muchas gracias.
      Me alegra que te haya gustado. Como bien dices, los maltratadores no cambian. Y lo más inteligente que se puede hacer es apartarse de ellos en cuanto se les cala.
      Un fuerte abrazo.

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  4. Me ha gustado el relato tanto como el desglose de emociones, Ojalá hubiera muchas más madres atentas. Un abrazo

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    1. Muchas gracias, Juana.
      Me alegra que te haya gustado. Coincido contigo en que tendría que haber más madres como la de María.
      Un fuerte abrazo.

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  5. Qué bueno que su madre pudo salvarla del maltratador, es difícil y no siempre logran poder hacerlo, muy bueno tu micro, saludos.
    PATRICIA F.

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    1. Muchas gracias por leerlo y comentarlo, Patricia.
      Lamentablemente, en el mundo real no siempre le resulta fácil a una madre poner las cartas sobre la mesa del modo en que lo hace en el micro la madre de María. Porque denunciar es un momento, pero luego se temen las más que probables represalias del maltratador. Y el miedo siempre paraliza.
      Un fuerte abrazo.

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  6. Este tipo de hombres, o mujeres (que haberlas haílas) son como la enfermedad. Ante sus primeros síntomas hay que erradicarlos de nuestra vida. La miseria para los miserables. Nadie nace para agradar y someterse a los caprichos de otro.
    Me has hecho estremecerme. Esto de los maltratos es algo superior a mi. No lo soporto.
    Mi abrazo.

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    1. Hola Francisco,
      Por supuesto que también hay mujeres que maltratan a sus parejas y las condeno del mismo modo que a ellos. Si no aceptamos a una persona tal y como es, mejor la dejamos seguir su camino y no nos involucramos en su vida para acabar haciendo lo imposible por destruírsela. Porque esa conducta no se corresponde con un comportamiento saludable.
      Me encanta eso que dices de "la miseria para los miserables".
      Muchas gracias por leer y comentar el micro.
      Un fuerte abrazo.

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  7. ¡Uf! Menudo micro, Estrella. Una situación terrible que has mostrado en toda su crudeza. Estupendo el recorrido emocional y la denuncia que hay en tu historia.

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    1. Muchas gracias, Marta.
      No tolero el maltrato en ninguna de sus formas. Y tampoco concibo el amor sin el respeto mutuo. Amar es aceptar tal y como es al otro o la otra, sin pretender cambiarlo o cambiarla. Sin esa aceptación ni ese respeto, estamos hablando de otra cosa.
      Un fuerte abrazo.

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  8. ¡Qué gran relato, Estrella! Has plasmado el día a día de tantas jóvenes que por estar enamoradas se niegan a ver la realidad. Menos mal que, esta vez, su madre tomó la decisión acertada. No se puede mirar para otro lado ante una situación así.
    Saludos!

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    1. Muchas gracias, María Pilar.
      No se puede mirar para otro lado cuando ves que tu única hija está siendo anulada por un desgraciado que se cree el ombligo del mundo. Nadie tiene derecho a cortarle las alas a nadie ni tampoco a borrarle la sonrisa de la cara. Para estar con alguien tan aborrecible, es mejor estar sola.
      Un fuerte abrazo.

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  9. Hola Estrella, que común son este tipo de situaciones y que importante es tener quien te apoye como hizo la madre con su hija. Y menudo espectro enorme de emociones, enhorabuena por el relato. Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, Ainhoa.
      Contar con el apoyo familiar en estos casos tan dramáticos es fundamental. Cuando una persona se siente tan anulada le cuesta mucho ver la realidad y llega incluso a culparse de la situación en la que se encuentra. Que alguien le tienda una mano para salir del pozo en el que ha caído le imprime confianza y valor para enfrentarse a su agresor y pararle los pies.
      Un fuerte abrazo.

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  10. Que personaje nefasto resultó Alberto y tan inepto, que no supo disfrutar de estar en pareja con una bella mujer, consciente de serlo, con inclinación a mostrarse despampanante.
    Empezó con presionarla para que sea recatada, luego aislarla de sus amigos. Llegando a los golpes.
    Pero María se animó a denunciarlo, salvándose.
    Bien contado. Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, Demiurgo.
      A veces hay personas tan insufriblemente insatisfechas con ellas mismas que no pueden soportar ver felices a las demás, aunque sean sus propias parejas. Por eso se permiten el lujo de boicotearles su alegría. En el fondo, no son más que unos desgraciados o desgraciadas que ni viven ni dejan vivir. Incapaces de reconocer su propia suerte al tener al lado a personas que no les merecen en absoluto.
      Un fuerte abrazo.

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  11. Desgraciadamente así son los maltratadores, posesivos y controladores hasta con quien hablas, pagan su frustración con la pareja y cuando ella se defiende la golpea. Por suerte tuvo el valor suficiente para hacer lo que ya debió haber hecho antes... Ojalá estas cosas no pasarán, sin duda son tantas las emociones que he sentido, que estoy algo triste y furiosa porque nunca entenderé a este tipo de personas... Te aplaudo. Un abrazo

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    1. Muchas gracias, Núria. Por leerlo y comentarlo. Como bien dices, ojalá que estas cosas no pasaran, pero pasan, para desgracia de todos, pues una sociedad que no es capaz de ponerle freno a la violencia que ejercen estos indeseables está muy lejos de ser una sociedad saludable.
      Un fuerte abrazo.

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  12. Una desagradable situación que agrupa muchas emociones. Gracias a esa madre preocupada, la hija tendrá un futuro mejor, sin duda! Lo incomprensible para mi es como alguien puede "engancharse" emocionalmente a otra persona cuando la trata tan mal! Pero desgraciadamente, son situaciones que aún pasan demasiado a menudo! Un abrazo!

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  13. Me ha encantado tu relato, siguiendo paso a paso lo que puede ser ir amargando poco a poco la vida de una persona hasta llegar incluso a la desgracia. En este caso, afortunadamente, había una persona de carácter para impedirlo. ¡Viva la madre que parió a la niña!
    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, Chema.
      Estoy contigo en eso de ¡Viva la madre que parió a la niña!
      Un fuerte abrazo.

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  14. Hola, Estrella
    Fantástico desglose no solo de un montón de emociones que has plasmado con gran habilidad, sino también ligadas a una realidad tozuda e implacable que duele siempre, pero especialmente cuando afecta a mujeres muy jóvenes. ¡Gran trabajo!

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    1. Muchas gracias, Matilde.
      Me alegra que te haya gustado. El maltrato siempre es dramático, pero como bien apuntas, lo es especialmente en mujeres tan jóvenes. Qué duro que un primer amor te deje marcas tan imborrables. El amor no debería doler tanto.
      Un fuerte abrazo.

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  15. Hola, Estrella, pedazo de micro el que nos regalas, tan real como el que mas, lamentablemente.

    Bien llevado el episodio de la relación, desde su inicio hasta su final, y en tan pocas palabras, dejando ver esas emociones tan cambiantes en el recorrido, bravo, preciso y conciso, y además concientizante.
    Cuando hay agresión, existe mas miedo que otra cosa en el agresor, es su manera de defenderse del miedo que le produce vivir a tope y mostrarse tal cual es y ser rechazado, y por otro lado, las personas que se dejan manipular e impresionar, suelen tener muy baja autoestima, por eso todo lo toleran y soportan, no se creen merecedoras de nada bueno o mejor.
    Felicidades por el buen hacer, un abrazo

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    1. Hola Harolina.
      Muchas gracias por leer y comentar el micro.
      Hablas de baja autoestima en las víctimas y de miedo en los agresores. Estoy muy de acuerdo con tu planteamiento. Por eso es de vital importancia que se eduque a los niños en el desarrollo de una autoestima saludable y en el respeto a los demás. El miedo no deja de ser una consecuencia de la propia inseguridad, de creerse que uno o una no van a ser capaces de conseguir sus propósitos en la vida. Nadie merece ser maltratado ni ninguneado por nadie. Nadie es más que nadie.
      Un fuerte abrazo.

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  16. ¡Hola, Estrella! Qué buen aporte, no solo por el estupendo micro que traslada a la ficción muchas situaciones que desgraciadamente ocurren en la vida real, sino por esa segunda parte en la que detallas con precisión de cirujano todas las emociones de los personajes de la trama. Fantástico aportación al reto. Un abrazo!

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    1. Muchas gracias, David.
      Me alegra mucho que te haya gustado.
      Un fuerte abrazo.

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  17. Un fiel retrato de lo que a veces, más de las que cuentan, con las mujeres pese a las señales de advertencia.
    Un abrazo, Estrella.

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    1. Muchas gracias, Tara.
      Por muchas señales de advertencia que se lancen cada día en los espacios de noticias o en las campañas publicitarias, el maltrato sigue presente en nuestra sociedad y, lejos de decaer, parece que se incrementa. Es muy difícil darse cuenta cuando se está dentro de una situación, porque las personas tenemos mucha tendencia a autoengañarnos, a contarnos nosotras mismas mentiras piadosas. "Eso no me pasará a mí, porque yo no le he dado motivos". "Me golpeó porque estaba nervioso. Tuvo un mal día en el trabajo y se le fue la mano conmigo, pero él no es así".
      Luego acaba pasando lo que pasa y parece que nadie se había dado cuenta de lo que estaba padeciendo la pobre víctima.

      Un fuerte abrazo.

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  18. Hola Estrella, muy buen micro y gran resumen de que como evoluciona la relación con un maltratador, suerte de ese madre que has dibujado. Un abrazo

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  19. Lamentablemente cierto. Eso sí, como texto te ha quedado perfecto. Enhorabuena.

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  20. Puff, un relato que para muchas mujeres es una realidad. La paleta de emociones en estos casos es variada, extensa y dolorosa. Un gran aporte al reto. Saludos.

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    1. Tristemente cierto, Ana.
      Muchas gracias por leerlo y comentarlo.
      Un fuerte abrazo.

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  21. Hola, Estrella, menudo cóktel de emociones para completar un micro cruel y muy real. Muy bien llevado todo, con esa forma cruel con que llegan a tratar a otras personas la gente.
    Me gustó mucho.
    Un abrazo!

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    1. Muchas gracias, Pepe.
      Me alegra que te haya gustado.
      Tiendo a ser muy tolerante, pero hay cosas que me superan. No soporto a la gente que, para intentar brillar, tiene el vicio de intentar apagar la luz de los demás. Por mí esa gente se podría perder en su propia oscuridad y no encontrarse nunca más.
      Un fuerte abrazo.

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  22. Hola Estrella, contado con la rabia y la impotencia de esa triste realidad de la mujer vencida. Menos mal que siempre hay alguien que zarandea el vacío para que vuelva a llenarse de vida. Un abrazo

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    1. Muchas gracias, Emerencia.
      Soy de la opinión que anular a alguien es mucho peor que matarle. Si le matas, se acabó todo, pero si le anulas, ese alguien no deja de morirse todos los días de su vida hasta llegar a la conclusión de que todo es culpa suya. La persona que juega tan despiadadamente con la vida de otro ser humano, sencillamente, no merece estar viva.
      Un fuerte abrazo.

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  23. Hola, Estrella:
    Enhorabuena por este relato escrito con cuidado y firmeza; tal y como me comentaste: “la realidad supera con creces nuestras dotes para ingeniar tramas espeluznantes”.
    La lectura de ficciones-denuncia como la tuya ayuda a que en la realidad crezca el número personas que, como esa madre, reaccionan contra el maltrato y no lo contemporizan.
    Gran relato y gran final el que le das (ojalá que ese final le llegue pronto en lo real)
    Un abrazo, Estrella.

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    1. Muchas gracias por leerlo y comentarlo, Nino.
      Como bien dices, ojalá en el terreno real hubiesen más madres como la de María y la policía fuese igual de eficiente. Pero, desgraciadamente, ya partimos de un defecto de base, con unas leyes obsoletas que dejan demasiado margen de libertad a las personas que infringen maltrato a sus parejas. ¿Cómo puede ayudarnos que nos animemos a denunciar a un o a una indeseable si le van a tener unas horas en el calabozo y luego va a volver a estar en la calle, buscando venganza? ¿Por qué tiene que ser la víctima la que abandone su hogar y ponga mucha distancia de por medio, dejando lejos a su familia, a sus amigos, a todo su entorno conocido? Encima de ninguneada y agredida la destierran, como si de una fugitiva se tratase. ¿A cuántas más muertes tenemos que asistir y cuántos más niños huérfanos van a hacer falta para concienciar a los que legislan que hay que actualizar las leyes, adecuándolas a los tiempos que vivimos? Mientras no cambie la base que sustenta este sistema, es imposible que podamos dejar de hablar de la lacra del maltrato.
      Un fuerte abrazo.

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  24. Una situación la que nos cuentas que suele pasar cuando el amor aparece y te nubla el sentido y no te das cuenta que esa persona solo quiere anular tu personalidad.
    Muy bien contado todo el proceso
    Un abrazo Estrella
    Puri

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    1. Muchas gracias, Puri.
      Leí hace un tiempo una cita que me sorprendió bastante: "Si tienes que forzarlo no es tu talla". Me dio tanto qué pensar... Si tienes que cambiar tantas cosas de ti mismo para agradarle a otra persona, quizá lo que ocurre es que no quieres darte cuenta de que esa persona no es para ti. Cuando el amor causa tanto dolor, no puede ser amor. Es otra cosa bien distinta.
      Un fuerte abrazo.

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  25. Espeluznante descripción; por desgracia muy real. Pero tú le has dado un buen desenlace; "pasará, y un día me lo agradecerás". Cuántas veces esa frase no ha llegado a tiempo, o no ha sido escuchada...
    Muy bueno, muy rico en emociones y gradaciones, y además, reflexivo.
    Un abrazo, Estrella :)

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    1. Muchas gracias, Volarela.
      Me alegra que te haya gustado.
      Crear un micro sobre el maltrato es muy fácil, lo difícil tiene que ser afrontarlo en la realidad. Todos tendemos a pensar que nosotros lo veríamos venir, que no nos dejaríamos engañar por ningún encantador de serpientes, pero cuando te ves en medio de una situación tan crítica como las descritas en el micro, ¿quién es el guapo o la guapa que logra salir airoso o airosa enviando a paseo a ese fulano o fulana con ínfulas? Para saber cómo reaccionaríamos ante determinada circunstancia hemos de encontrarnos en ella.
      Un fuerte abrazo.

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  26. No sé si fue un flechazo inevitable, pero ella, en la primera cita, ya recibió señales bastante claras. La segunda cita ya no debió producirse. Si esto pasa con la relacion avanzada, hay un problema. pero hay que ir al tanto en los inicios, cuando es facil dar marcha atras. Obviamente no lo estoy disculpando a él. Vaya, es que ni comentario merece.
    En muy poQUITO TROZO, has encajado un buen monton de emociones. La mas importante para mi, y la que mas duele cuando es truncada es la ilusion de ella.
    abrazoo. Estrella

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    1. Muy buena apreciación, Gabiliante. María ya no habría tenido que aceptar volver a quedar con él en una segunda cita después de cómo fue la despedida de la primera. Pero la ingenuidad de los adolescentes les hace cometer imprudencias que acaban pagando muy caras. Nadie nace enseñado y, cuando las hormonas te van a mil y esa persona te gusta a rabiar, a veces optas por engañarte y pensar que el lobo no es tan feroz como se pinta a sí mismo. A parte, suele decirse que las chicas se enamoran de los tipos duros porque tienen como una aura de atractivo extra. Luego pasa lo que pasa.
      Coincido contigo en que la emoción que más duele al verse truncada es la ilusión de ella.
      Un fuerte abrazo.

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  27. Joder , muy duro , pero desgraciadamente muy pegado a la realidad. Un abrazo.

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    1. Cierto, Pedro, más cuando sabemos que la realidad siempre acaba superando la ficción.
      Un abrazo.

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  28. Muchas gracias, Pedro.
    Sí que es muy duro, pero desgraciadamente, forma parte de nuestro día a día como sociedad. Algo estamos haciendo muy mal. Y lo más terrible es cuando esos episodios se dan entre adolescentes. ¿Qué valores les estamos transmitiendo?
    Un fuerte abrazo.

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  29. Hola, Estrella. Te agregaría un sentimiento de inferioridad a la protagonista, que no reacciona a los avances del tipejo.
    Un abrazo

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    1. Hola Mirna,
      Sin duda lo padece. Es lo que tienen estos personajes que se creen con derecho a disponer de la vida de los demás, que se muestran tan seguros de sí mismos y tan convencidos de sus argumentos, que hacen sentirse muy pequeños a quienes interactúan con ellos. Es evidente que una persona que ha aprendido a quererse a sí misma y a ser consciente de su valía, no se dejará intimidar tan fácilmente. Pero cada persona es un mundo y María es más vulnerable de lo que parece.
      Un fuerte abrazo.

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  30. "La alegría de mi casa no se va a apagar por un desgraciado como ese". Ese final es apoteósico... Que relato tan crudo, y que bien te ha quedado, Estrella, resumiste en pocas palabras toda una vida, esa que por suerte no fue pero que se puede imaginar... Aquí también veo la importancia de la familia, en este caso es la madre, que actuó a tiempo y sin miramientos, todo por estar consciente de la situación amorosa de su hija, ya que a ella, "el amor" la ciega.
    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, Mila.
      Me alegra que te haya gustado.
      Un fuerte abrazo.

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  31. Hola, Estrella!! Tu micro me ha recordado que, desgraciadamente, muchas mujeres sufren lo mismo que María. La madre hizo muy bien en denunciarle. Es muy bonito lo que le dice: “La alegría de mi casa no se va a apagar” ¡claro que no! Ojalá María abra los ojos y se de cuenta de que Alberto no la quería nada. Y ojalá todas las mujeres maltratadas abrieran también los ojos y se diesen cuenta de que ninguna pareja tiene el derecho de hacerles daño ni psicológica ni físicamente. Que el amor es lo mejor que la vida puede ofrecernos no lo peor. Donde hay maltrato no hay amor. Me ha gustado mucho, Estrella, gracia por compartir esta historia. Un fuerte abrazo!!

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  32. Gran relato, Estrella, describes perfectamente todas la emociones presentes en un situación tan dura como el maltrato. Muy real. Un abrazo grande.

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    1. Muchas gracias, Lola
      Me alegra que te haya gustado.
      Un fuerte abrazo.

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