El antídoto


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 - ¿Qué te pasa hoy? ¿Por qué no paras quieto? 

El niño le gritó a su abuela que se aburría. Ella, sin perder un ápice de calma, se dispuso a dejarle solo un instante para ir en busca de un antídoto para aquel peligroso veneno. Cuando regresó a la sala, lo hizo cargando unos cuantos libros de aventuras y le invitó a perderse en sus letras.

-  Haces cosas muy raras, abuela- le dijo el nieto, sin dejar de hojear aquellos libros.

-  Puede que sí, pero, ¿a qué ya no te aburres?


Estrella Pisa.

Microrrelato participante en el concurso Universo de Libros.

Comentarios

  1. Qué cosas tan raras tiene la abuela, Estrella. Cada vez cuesta más trabajo que los niños entren en esa dinámica con tanta atracción por las pantallas, pero cuando entran, lo hacen con fuerza.
    Un enorme abrazo :-)

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  2. Sí que tienen cosas que parecen raras las abuelas, pero qué suerte tuvimos de tenerlas y cuánto bueno aprendimos de ellas. La mía no sabía leer, pero era una muy buena contadora de historias. Ahora me sorprendo muchas veces utilizando algunas de sus expresiones. Somos lo que hemos leído, pero también lo que nos han contado.

    Un abrazo enorme.

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  3. Espero que las abuelas de hoy día consigan cautivar tanto como lo hicieron las nuestras. Eran increíbles. Y este antídoto qué bueno que es, lo debieran de recetar obligatoriamente ;-)
    Abrazo

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por leerlo y por tan generoso comentario, Amaia.
      En cualquier época histórica han habido abuelas maravillosas y otras que, por el motivo que sea, no han sabido conectar con sus nietos. Estoy segura de que la mayoría de las abuelas de hoy se entienden mejor con sus nietos que ellos con sus propias madres. Pues, en los días que vivimos, rara es la abuela que no se está haciendo cargo de sus nietos y los llegan a conocer mejor que sus propias madres.
      Un fuerte abrazo.

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