Hojas secas, caricias gélidas
Caen las hojas amarilleando el viento; algunas ensangrentadas por las heridas que les ha infringido el paso del tiempo, otras secas y oscurecidas por haber vivido a la sombra de aquellas otras que nunca les permitieron brillar.
Cae el otoño extendiendo su manto sobre la ciudad, imponiendo restricciones de luz y de sueños, obligándonos a sucumbir a las gélidas caricias del invierno que se avecina en un horizonte incierto.
Estrella Pisa
Microrrelato finalista en el libro Otoño e invierno VI, editado por Diversidad Literaria.
Pero dicen que tiene unos ocres muy bellos.
ResponderEliminarSin duda, Cabrónidas. El otoño es una de las estaciones más interesantes, precisamente por esa gama de colores cambiantes que envuelve a los árboles.
EliminarUn abrazo.
Cada otoño se renovará en el renacer de la primavera, Estrella.
ResponderEliminarMuy cierto, Miguel.
EliminarPara tener sentido, todo tiene que tener su oponente. El otoño la primavera, la oscuridad la luz, el día la noche, la vida la muerte.
Un fuerte abrazo.
Fascinante microrrelato Estrella. Me ha parecido seductoramente melancólico, provocando ese contraste de sensaciones que tan bien refleja el otoño y que tan bien has expresado en tus letras. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarMuchas gracias Matilde. Eres muy amable y generosa conmigo.
EliminarUn abrazo enorme.